lunes, 11 de marzo de 2013

Todo vuelve a comenzar

Recuerdo que era una soleada tarde de otoño.

Acababamos de jugar un partido, y ahí estábamos, compartiendo sangría y cerveza para curar nuestras heridas. Había mucha gente nueva, así que decidí dar el primer paso y conocer a los nuevos reclutas. Kalate les había testado en el campo, pero era el momento de testarlos fuera del campo, y esa era mi especialidad. Todavía recuerdo que tras conversaciones poco profundas sobre sexo fui calando a la gente poco a poco, pero hubo uno, que sorpresivamente captó mi atención.

Ya había pasado el rito de iniciación en el que uno acaba desnudo hacía tiempo, y ya no me sorprendía ver a hermanos desnudos en lugares públicos, pero para mí y para el resto de gentuza que poblaba los aledaños de la Facultad de periodismo fue un muy noble detalle permanecer más tiempo de lo necesario desnudo sólo con una bota de vino, de la cual bebía y ofrecia de beber a las escandalizadas chicas que pasaban por ahí.

Sin embargo, aquella introducción de Renato no era horror, el horror se aproximaba a la misma velocidad a la que Lucio se acercaba a cualquier vagina por la noche...

2 comentarios:

  1. Qué glande volver a leerte Rodolfo!! yo seguía con mi proyecto de iniciar uno nuevo para contar la continuidad del horror pero no me decido vaya, y ya has vuelto así que con menos sentido todavía...

    Brazzo!

    ResponderEliminar
  2. Escribir siempre es bueno. Te animo a que sigas con el proyecto.

    Un abrazo,

    Rodolfo

    ResponderEliminar